jueves, 9 de diciembre de 2021

Una de las razones del por qué celebramos la Navidad

Celebramos la Navidad por muchas razones. Hay personas que la celebran porque es una tradición, una costumbre; o como dicen muchos, es tiempo de fiestas. Pero la razón genuina de la Navidad es celebrar el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo.

Lamentablemente este significado de la Navidad poco a poco está desapareciendo. Debemos hacer algo por conservar los orígenes de esta gran celebración.

Hay muchas razones que justifican el nacimiento de Jesús. En esta ocasión les hablaré de una de ellas.Jesús nació para darnos vida en abundancia. Así es como el mismo Jesús lo expresa:

“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Jn.10:10

Sabías que el propietario más grande del mundo no es Bill Gates, Ted Turner o John Malone. El propietario más grande del mundo se llama Satanás, jefe y líder de la maldad. Este conquista territorio a través del abuso verbal, emocional, físico y sexual. Y estamos hablando de aproximadamente 7.8 billones de personas en el mundo entero. Dejando un legado de destrucción y territorio conquistado para el mal.

Dios Padre envió a su propio hijo para que nosotros pudiéramos tener vida. Pero de la buena. Esa vida que Jesús nos vino a traer no es escasa, es excesiva, es una cantidad tan abundante como para ser considerablemente más de lo que uno esperaría o anticiparía. (Ef.3:20)

Se puede usar como sinónimo de prosperidad, riqueza o bienestar.

En lugar del ladrón, que viene a tomar vidas, Jesús viene a darnos vida. Y esa vida es abundantemente rica. Es eterna, sin embargo, comienza de inmediato al recibirla en nuestro corazón.

Si pudiéramos describir esa vida abundante podríamos decir que es vivir en un estado mayor de amor, perdón y bienestar. Recibiendo su guía y fortaleza para enfrentar y superar cualquier reto en nuestra vida.

Vida abundante es Plenitud de Dios. El apóstol Pablo lo describe de esta manera en Ef.3:14-21: “Por eso yo me arrodillo delante del Padre de nuestro Señor Jesucristo,  15  de quien recibe su nombre toda familia en los cielos y en la tierra,  16  para que por su Espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria, los fortalezca interiormente con poder;  17  para que por la fe Cristo habite en sus corazones, y para que, arraigados y cimentados en amor,  18  sean ustedes plenamente capaces de comprender, con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo;  19  en fin, que conozcan ese amor, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios. 20  Y a Aquel que es poderoso para hacer que todas las cosas exceden a lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,  21  a él sea dada la gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.

Cuando sabes cuánto te ama Dios, eres fortalecid@ con poder en el hombre interior. De lo contrario, cuando lo buscas en lo que te rodea, en las personas, o en tus posesiones; estarás viviendo una vida escasa, miserable y sin felicidad, y si la tienes será superficialmente.

Cuando sabes con certeza que eres amad@ por Dios, te sentirás segur@, confiad@, protegid@ y vivirás cada instante en una abundancia de vida.Para esto nació Jesús. Esta vida es para conocer el amor de Dios para ti.

Si aún no has recibido Su amor, hoy te invito a recibirlo en tu corazón. Déjate ayudar por el Dios Todopoderoso desea que tengas vida en abundancia. ¡Llámanos podemos ayudarte en este nuevo caminar! (678-469-9550)

 

Estela Figueroa

Fundadora/Directora

Renacer Atlanta

 

jueves, 15 de julio de 2021

Reputación vs. Carácter

Muchos desean ser líderes y dirigir grandes empresas o proyectos. Pero es necesario el desarrollo y distinción entre reputación y carácter. Estos dos conceptos suelen confundirse, pero no son lo mismo. Por ejemplo reputación es la idea u opinión que los demás tienen de ti. Cualquier circunstancia en tu vida te puede dar una buena reputación ante los demás. Esta situación puede ser provocada por ti, o simplemente, algo involuntario.

Carácter, por el contrario, es el conjunto de valores, actitudes y conductas de un individuo, que se halla integrada y basada en normas, costumbres y valores del grupo con el cual el individuo se identifica. C. Swindoll dijo: “Carácter es la cualidad distintiva que revela conocimiento, sabiduría y entendimiento, lo cual resulta en un caminar digno”. Los líderes cultivan el carácter adquiriendo sabiduría y entendimiento. Estas posesiones no vienen gratis. Exigen de nuestro esfuerzo, dedicado y paciente para que veamos el resultado final. 

Dios dice: “Clama por inteligencia y pide entendimiento.   Búscalos como si fueran plata, como si fueran tesoros escondidos…Al que es honrado, él le concede el tesoro del sentido común. Él es un escudo para los que caminan con integridad…Entonces comprenderás lo que es correcto, justo e imparcial y encontrarás el buen camino que debes seguir. Pues la sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría. 

Las decisiones sabias te protegerán; el entendimiento te mantendrá a salvo”. Prov.2:1-11 (NTV). 

No hay mejor sitio para desarrollar un carácter solido que no sea con Dios. Conforme Dios llena nuestra mente de sabiduría, nuestro carácter se desarrolla y así poseeremos la capacidad para tomar consistentemente decisiones apropiadas, justas, morales y equitativas. 

Nada resiste la prueba como un carácter sólido. “La fama es un vapor, la popularidad es un accidente, las riquezas se esfuman, y solo el carácter permanece” Orase Greeley. El ladrón podrá arrebatarte todo esto, pero el carácter, el cual ha sido construido con paciencia y perseverancia, te pertenece solo a ti.

El carácter también produce orden. Un proverbio chino dice: “Si hay rectitud en el corazón, habrá belleza de carácter. Si hay belleza de carácter, habrá armonía en el hogar. Si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación, si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo”.

Un líder digno de ser seguido, ya sea en una empresa o en el hogar, es el líder que ha construido un carácter firme, constante y seguro de sus convicciones. Que puede enfrentar la oposición de la maldad y mantener su vista en un Dios que es más grande que cualquier persona o circunstancia.

Por Estela Figueroa 

Renacer, Inc.

www.renaceratlanta.org / 678-469-9550

viernes, 9 de julio de 2021

Pelea por tu bendición, no por tener la razón

¿Te encuentras a diario en diversas discusiones o hasta, has llegado a tener una diferencia o enemistad con alguien porque no pudieron llegar a un acuerdo? ¿O, solo escuchas para debatir?

Si la respuesta es afirmativa, te invito a que reflexiones por un momento.

¿Qué te está motivando a sostener continuamente un debate para todo? Necesitas ser brutalmente honest@ contigo mism@. Te confieso que yo personalmente fui un tiempo así. Yo defendía mi punto de vista porque para mí esa era la verdad. Y realmente muchas veces la tenía, ¿pero a cambio de qué?

Me envolvía en una discusión “a muerte” por defender mi “verdad”. Llegaba un momento en que la conversación terminaba y allí quedaba mi bondad, mi respeto por la persona y mi reputación.

Más tarde comprendí, con la ayuda de mi Señor, que muchas veces lo que estamos haciendo es alejando a las personas de nuestro lado. Que la verdad llega a su tiempo. Que no podemos adueñarnos de la verdad. Que mejor es conservar una amistad o compañía que tratar de ganarlas todas. Que lo más importante es que la relación continúe, y no quién salió ganando.

Esto fue fundamental en mi relación con mis hijos. Las experiencias de la vida les enseñarán a su debido tiempo. Comprendí que no les puedo imponer mi madurez a la fuerza. Aunque les confieso que este proceso costó, y sigue costando, lágrimas de madre. Estas lágrimas son las que han permitido que ellos tengan la necesidad de buscar a Dios en medio de sus situaciones difíciles. Ellos tendrán que recorrer el mismo camino que tuve que recorrer yo. Además cuando venga el aprendizaje se acordarán de mis palabras y comenzarán a reconocer que mi amor por ellos siempre estuvo allí.

¿Por qué no mejor pelear por alcanzar las bendiciones que Dios ha preparado para todos nosotros?

Y es que estas bendiciones Dios nos las da, pero requieren un DESEO, SACRIFICIO Y UNA FE que mueva montañas. Son muchas las cualidades de carácter que desarrollamos al pelear por nuestras bendiciones. Al no pelear por tener la razón, permitimos que otros también no lo hagan. Y les extendemos la oportunidad de usar esa energía de una forma más productiva y eficaz. Esto puede producir un asombro de lo mucho que ellos pueden alcanzar por sus propios méritos. Será una lección de vida para la próxima vez que se encuentren en circunstancias similares.

¡Pelea por tu bendición! Te darás cuenta que maravillosa criatura eres y cuán grande es tu Dios.

Si necesitas ayuda, aquí estamos para ayudarte. Te enseñaremos a pelear con las armas que son invencibles desde una posición de hij@ de Dios.

Estela Figueroa

Renacer, Inc.

www.renaceratlanta.org / 678-469-9550